Consejos de mamá que puedes aplicar en tu vida profesional
Si alguien nos dice que pensemos en la persona que ha estado a lo largo de nuestra vida, sin importar nuestros éxitos y fracasos, a la mayoría, si no es que a todos, se nos va a venir a la mente nuestra mamá.
Presentes en todos los partidos de fútbol, en todas las funciones de ballet y entregas de reconocimientos, a pesar de que también tenía que ir a trabajar, toda una vida a nuestro lado.
A pesar de los regaños después alguna travesura, o del castigo después de haber reprobado algún examen, nuestras madres siempre han visto por nuestro bien y el de la familia.
Es por eso que hoy te dejamos algunas frases que seguramente a ti también te dijeron, y aunque no lo creas, también son útiles en tu vida profesional.
¡Párate derecho!¡No pongas los codos sobre la mesa!
Seguramente nadie se libró de esta frase, y como nos chocaba el tener que componer nuestra postura, pero con el paso del tiempo seguro se lo hemos agradecido, aunque no se los digamos.
Los modales son sumamente importantes, para dar una buena impresión. En una presentación ante tu equipo de trabajo, o en una entrevista de trabajo, el estar con una buena postura y tener una imagen limpia, va a hacer el cambio tanto en la impresión que le darás a los demás, como en la seguridad que tú vas a sentir.
Deberías aprender de Pedrito
Las comparaciones siempre han sido un poco odiosas, pero cuando nuestras madres veían algo que destacar, como alguna buena acción, en algún amigo o primo, siempre nos lo recordaban. Aunque a veces no les hiciéramos mucho caso.
En el mundo profesional, no se trata de estarte comparando con los demás, pero si vez algo bueno en tus compañeros o en tu competencia, si hablamos de marcas o empresas, trata de seguir el ejemplo para mejorar tú también.
¿Si tus amigos se avientan del puente tú también te vas a aventar?
Al contrario que la anterior, cada vez que queríamos hacer cosas, peligrosas o que hacían niños más grandes que nosotros nos justificábamos diciendo que a nuestros amigos también les daban permiso. Nuestras madres repetían en esta frase tanto, que seguro ya nos la teníamos más que aprendida.
Al estar trabajando en una empresa, muchas veces te vas a topar con gente que hace los trabajos de mala manera, o con algunas trampas para conseguir rápido un ascenso, no te dejes guiar por actitudes que no van contigo. Relaciones laborales puedes tener muchas, pero tú eliges los pasos que quieres seguir a la hora de trabajar y lograr tus objetivos.
No soy tu amiga, soy tu mamá
Contándole una anécdota del viaje con tus amigas, o platicando de cualquier de la escuela, seguramente se te salió decir alguna mala palabra, un apodo o lo dijiste de alguna forma que a tu mamá no le pareció correcta y solamente esperaste a que dijera la típica frase de ¡No soy tu amiga, soy tu mamá!
Sé que suena raro, que esta frase la puedas aplicar en tu vida profesional, pero si eres jefe de un departamento de trabajo o el director de la empresa te será útil, ya que como cabezas de algún proyecto no podemos tratar a la gente como nuestros amigos, más bien debemos llevar una relación de respeto con todos por igual. Si existe una relación personal fuera de la empresa es otra historia, dentro de esta debemos comportarnos como profesionales.
Cuando somos pequeños, incluso aún en nuestra adolescencia y parte de nuestra juventud, pensamos que lo que constantemente nos repiten nuestras madres, no nos servirá para nada, pero cuando crecemos nos damos cuenta que más que un regaño, todo lo que nos dicen, es una lección que podemos aplicar en el futuro.
Así que este 10 de Mayo, agradezcamos a nuestras madres por todo lo aprendido.